¿Sabías que también existe la fobia al sueño? Pues sí, y se llama somnifobia, un trastorno del sueño que puede hacer que las noches de quién lo padezca puede convertirse en su peor enemigo, en lugar que sea un momento reparador durante el descanso.
La somnifobia, o miedo a dormir, es una fobia que genera ansiedad y terror extremo ante la idea de irse a la cama y conciliar el sueño. Se le conoce también como hipnofobia u oneirofobia. Ante la incapacidad de la persona que lo padece de no dormir, la salud física y mental de esta se ve alterada, descontinuando así un ritmo de vida óptimo y de calidad.
Debemos entender que el sueño tiene cuatro fases importantes que son imprescindibles cumplir para llevar una buena calidad de vida. Sin embargo, las personas con somnifobia modifican sus mecanismos del sueño, lo que conlleva a consecuencias que no solo interfieren un buen desarrollo de la vida cotidiana, sino que trae consecuencias psicológicas y físicas.
Qué significa tener miedo a dormir
Las personas que padecen de somnifobia, en muchas ocasiones, no tienen miedo al sueño en sí, sino a lo que pueda suceder durante esta acción. Es así que suelen presentar cuadros de angustia horas previas al momento de acostarse, o de solo pensr que llegará ese momento.
Y aunque no existan amenazas reales al momento de conciliar el sueño como el ahogarse, la falta de aire o el hecho de no despertarse, la ansiedad que se genera acaba produciendo insomnio en el paciente debido a que trata de permanecer despierto afectando así su ciclo de sueño.
Se debe saber que la somnifobia va ligada al insomnio y sus consecuencias que, junto al estrés y deterioro físico y mental, puede ocasionar que la persona que lo padece pase por episodios de alucinación, desorientación, alteraciones del estado de ánimo así como dificultades de concentración o memoria.
¿Cuáles son los síntomas de la Somnifobia?
No hay prueba que existan síntomas específicos para diagnosticar la somnifobia, pero sí comunes relacionados tanto con la salud mental y física.
Los síntomas más comunes relacionados con esta fobia, en relación a la salud mental son:
- Ansiedad antes de dormir.
- Sentimiento de angustia previo a acostarse.
- Hacer otras cosas para evitar ir a la cama.
- Aparición de ataques de pánico al ir a la cama.
- Problemas de concentración, cambios de humor o dificultad para recordar cosas, todos derivados de la preocupación y miedo relacionados con el sueño.
Por otro lado, los síntomas físicos se atribuyen a:
- Problemas estomacales, que se deben a la ansiedad persistente durante el sueño.
- Ante el pensamiento de dormir, se puede sentir una opresión en el pecho por la angustia generada..
Personas más vulnerables a padecer de hipnofobia
El temor a conciliar el sueño puede darse desde el experimentar pesadillas con demasiada carga emocional o de susto hasta el alucinar una muerte mientras que la persona se encuentra en ese estado. Es así que las personas a las que les sucede intentan no dormirse, y cuando se levantan por la mañana se encuentran peor… Y así sucede noche tras noche.
El miedo también puede estar motivado por una enfermedad, como la apnea del sueño , que da lugar a interrupciones de la respiración mientras se duerme. La persona que lo padece puede sentir pavor por el simple hecho de dejar de respirar y no volver en sí. Otros casos se dan por experiencias traumáticas, ya sea de la misma persona o familiares cercanos, lo que lo mantiene en alerta permanente.
El miedo también puede llegar de la mano de una actitud bien intencionada pero mal orientada. Cuando las personas mayores hablan con los menores sobre la muerte, pueden usar mensajes erróneos como «el abuelo ha cerrado los ojos y se ha ido al cielo», y a partir de ese momento puede generarse un trauma sin querer.
En cuanto a las personas más propensas a padecer somnifobia, se alude a aquellas personas que muestran una mayor necesidad de tenerlo todo bajo control y temen perderlo al caer dormidos.
¿Cómo se trata el miedo a dormir?
La solución al problema se da cuando la persona es consciente que padece de un trastorno del sueño. Esta debe tratarse con educación. En el caso de la somnifobia, la psicoeducación. Se debe entender cómo funciona el miedo desde la raíz, y no solo tratarlo a la hora de dormir, sino también durante el transcurso del día.
Asimismo, se debe tener en cuenta que hay que tomar el sentimiento de miedo como normal, puesto que el ser humano en su naturaleza tratará de protegerse. El problema se da cuando este sentimiento impone limitaciones al punto de generar un grado de ansiedad insoportable.
Para tratarlo se utilizan distintas técnicas psicológicas como programas de sensibilización que consisten en ir exponiéndose de a pocos a ese sentimiento de miedo que en la mente del paciente es más intenso de lo que ve en la realidad. Esto contribuye a que exista una confusión entre lo posible con lo probable, lo que permite que la ansiedad crezca.
La terapia de aceptación es otra muy utilizada en estos casos, pues el paciente aprende a aceptar sensaciones que le genere miedo, ya que lo habitual es que ante este sentimiento el paciente quiera escapar, por lo que recurre a desvelarse o tener sobresaltos durante su descanso.
Menos pastillas y más higiene del sueño
Para romper el miedo que siente el paciente al dormir, es ideal trabajar en la higiene del sueño, ya que a través de esta se trabajará en acciones y no únicamente en comportamiento.
Para ello, el paciente también podría tener indicado una prescripción de fármacos, pero solo de manera puntual ya que solo serviría como una muleta reparadora, más no para todo el tratamiento.
Entonces, la higiene del sueño, se vuelve relevante en estas circunstacias. Cuando existen problemas como el insomnio o la somnifobia, el paciente debe aprender a dormir y levantarse con un horario regular, no utilizar aparatos electrónicos antes de acostarse y no beber alcohol ni cenar durante un periodo suficiente antes de irse a la cama son algunas de las pautas básicas.
Instituto del Sueño Chile
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